domingo, 30 de noviembre de 2008

Carta desde el 2048

Hola. Estoy escribiendo en el año 2048. Tengo 76 años. Hace unos cuarenta años desarrollé una técnica que consistía en escribir hacia delante sin mirar hacia atrás, y desde entonces ya no puedo escribir de otra forma.

Recientemente se ha desarrollado un tipo de tecnología que permite alterar el espacio-tiempo a nivel subatómico. Por el momento solo permite alterar partículas concretas, pero con un desarrollo adecuado, se ha podido configurar de modo que es posible enviar correos electrónicos o editar páginas Web que existían en el pasado.

Me he estado preguntado qué podría contarle a alguien que vivió hace cuarenta años, o al yo mismo de entonces, y la verdad es que no he sabido por donde empezar. Debería contar cosas importantes, como qué pasó cuando se empezaron a agotar las reservas de petróleo en el año 2027, y cómo se revolucionó la ciencia para desarrollar coches que no dependieran de esta energía, pero la verdad es que de eso no sé mucho. Puedo contar que ahora comprarse un coche es un infierno. Coches eléctricos, de enchufe o mixtos. Coches de hidrógeno, de fusión fría, o de uranio comercial. Todos tienen sus ventajas e inconvenientes, sus partidarios y detractores, pero todos están en el mercado y funcionan. Qué tiempos aquellos en que sólo tenias que decidir si querías un coche grande o pequeño, de gasolina o diesel. Ahora hay que ir aun asesor automovilístico, porque si vas directamente a los concesionarios te vuelves loco. Pero he dicho que de eso no iba a hablar, porque son cosas que no entiendo.

Sí puedo hablar de los comunicadores personales. Todo el mundo tiene uno. Cuando los niños empiezan el colegio es obligatorio que lo lleven. Los hay gratuitos y de pago. Simples o extraordinariamente complejos y caros. Son una evolución de lo que antes eran los teléfonos móviles. Mis nietos no han conocido los teléfonos móviles, tuvieron su comunicador ya desde los tres años. Una vez intenté explicarles como eran las cosas antes, cuando no había comunicadores, aunque si teníamos teléfonos móviles o fijos con los que podíamos hablar con otras personas para llamadas cortas. Pero no lo entendían. "Entonces abuelo, ¿sólo se podía hablar durante un tiempo limitado? ¿No se podía activar el modo continuo?" No, no se podía. Ellos están acostumbrados a estar con sus amigos aunque no estén con ellos. Si activan el modo continuo están hablando con varios o todos sus amigos de forma constante. Con las gafas del comunicador, pueden ver lo que ve cualquiera de ellos, y en cualquier caso todos están hablando como si estuvieran al lado. El otro día uno de mis nietos se dobló un pié justo antes de una excursión. Aunque no pudo ir, vio lo que veían sus amigos, y puedo estar hablando con ellos todo el tiempo. Le oí como estaban todos mirando a unas chicas. No pude oír lo que decían sus amigos, claro, porque llevaba un pendiente del comunicador. Todo el mundo tiene uno, hasta yo. Con el pendiente oyes todo, como si estuvieras en otro sitio. Tiene un sistema de anulación de ruido que te puede llegar a aislar del ruido exterior por completo, y como se basa en ondas magnéticas que hacen vibrar el tímpano con una precisión increíble, no se puede distinguir el sonido real del producido por el pendiente. Por supuesto, se han implantado grandes medidas de seguridad, y ante cualquier ruido fuerte se desactiva el comunicador y oyes el ruido exterior. Incluso, si el ruido es fuerte pero se ha producido lejos te permite escuchar con claridad lo que ocurre aunque sea a mucha distancia.

Hace un rato estaba escuchando un concierto de Dani Martín. Hay que ver lo cascado que está. Me acuerdo al principio cuando tocaba con el Canto del Loco, y hacían canciones cañeras. Ahora no hace más que baladas, y tiene la voz muy estropeada. Y eso que este concierto fue hace como diez años, poco antes de que se retirara definitivamente por cuarta vez... Podría estar viéndolo con las gafas, pero la verdad es que paso. Prefiero sólo escuchar, como se hacía antes, y total para verle ahí sin moverse en el escenario, no vale la pena. Lo intentan compensar con las cámaras helicóptero que no hacen más que dar vueltas y hacer unos planos brutales, pero ni así. Solo vale la pena cuando se meten entre el público y sale alguna tía buena. A veces es que se pasan y se tiran mas tiempo revoloteando alrededor de ellas que enfocando al cantante, pero en este caso no me extraña.

Con el comunicador también puedo hacer cualquier cosa en la Red. si quiero ver mejor que con las gafas, activo la tele mural de la pared para navegar o para jugar, y uso el comunicador desde ahí. Con Network veo todo lo que hacen mis amigos y conocidos, si ellos quieren, claro. La primera red en la que entré fue FaceBook, ¡que tiempos!. En aquellos momentos era un follón porque había un montón de redes sociales distintas y dependiendo de con quién hablaras tenías que usar una cosa u otra. Además estaban las redes sociales, pero también el e-mail, la mensajería instantánea, los mensajes del móvil. Ahora ya no. LinkedIn se quedó con todo poco a poco. Empezó siendo una red social más, aunque muy orientada al mundo laboral. Precisamente por eso, porque se usaba para buscar trabajo, conocer gente importante y cosas así, la gente aceptaba pagar por usarla y saber quién entraba en su pagina, o acceder a los contactos mejor relacionados. Las otras redes sociales eran más bien para grupos de amigos y sabían que no podían aspirar a cobrar dinero, o no mucho al menos, porque para estar contacto con sus amigos, la gente no pagaba dinero. Pero los de LinkedIn fuero listos y con la fuerza que les daban los ingresos que tenían empezaron a absorber a otros. Primero compraron FaceBook, que generacionalmente era el más parecido, aunque dedicado al mundo personal en vez de al laboral. Pero también con un publico de entre 25 y 40 años. La gente empezó a usar la misma red para todo, trabajo y amigos, y tuvieron cuidado de que fueras capaz de separar las dos cosas, y tener distintos perfiles y distintos grupos de amigos de modo que unos solo podían ver unas cosas y otros otras. También exportaron el modelo económico, y vieron formas de cobrar por datos interesantes. Hicieron un servicio de pago el saber quien veía tus fotos y durante cuanto tiempo. O quien cerraba tus notificaciones en cuanto le llegaban. Con el tiempo compraron también Tuenti y MySpace, y luego otras. Y en paralelo atacaron al correo electrónico. La gente usaba cada vez más las redes sociales para comunicarse, y menos el correo electrónico, así que al final fue natural que se integraran las dos. Empezaron por comprar Yahoo, pero luego se quedaron también con Hotmail, ya que a Microsoft le suponía unas pérdidas espectaculares. Se convirtieron en una superpotencia digital, casi al nivel de Google, que en paralelo también se había ido quedando con todo, aunque en un mercado mucho más diversificado. Google se unió a Amazon creando el conocido por todos Googlezon, y durante la famosa negociación del 2021, LinkedIn y Googlezon acabaron por fusionarse. Mucha gente se quejaba de que eso constituyo un auténtico monopolio, brutal e inevitable, pero yo creo que se trató más de un proceso de fusión y estandarización. Agrupar todas las comunicaciones en una sola entidad resulto muy beneficioso para todo el mundo, y así nació Network. Correo, red social, fotos, blogs, mapas, paginas amarillas. Todo lo tenias en un sitio, todo el mundo usaba el mismo, y todo el mundo estaba comunicado con quien quisiera.

Tanto fue así, que poco a poco los planteamientos de todos los gobiernos empezaron a cambiar. Las leyes anti-monopolio fueron relajándose primero y desapareciendo después. En realidad era lógico. ¿porqué era necesario tener muchas empresas que se dedicaran a lo mismo compitiendo entre si, duplicando departamentos, estudios, investigaciones, trabajo, si resultaría mucho más eficiente sumar todo el dinero que se gasta en un solo sitio? La clave está en que el monopolio no haga que la empresa se relaje. Se estableció un sistema de valoración que favorecía la competencia pero dentro de la empresa, y en el que todo estaba regulado. Unas regiones con otras se comparaban y competían constantemente. Y estaba totalmente regulado cuánto beneficio podía quedarse la empresa. La empresa solo crecería si hacía servicios cada vez mejores y más eficientes, lo cual hizo que en pocos años cambiara radicalmente el grado de progreso tecnológico y se viviera una época similar a la que muchos años antes vivió la carrera espacial por llegar a la luna. Este planteamiento se extendió a otras empresas, y claro, el siguiente candidato eran las empresas de Telefonía. Decenas de empresas, con paquetes distintos, tarifas, servicios,... Daban Internet, telefonía fija, telefonía móvil, televisión, unas daban unas cosas, otras otras. Una locura solo comparable a la de comprarse hoy un coche. Las leyes pro-monopolio favorecieron la fusión de estas empresas, y al final todas fueron integradas en Network.

A todo esto ayudó desde luego la crisis que empezó en el 2008. En esa crisis fue cuando se empezaron a fraguar las raíces del monopolismo actual. El modelo de libre mercado se demostró que no era tan autorregulado como se creía. El libre comercio no garantizaba que las empresas fueran eficientes, solo que ganaran dinero, pero cuando todo se hundió y los gobiernos tuvieron que salir a ayudar a empresas supuestamente independientes, se cambiaron muchos planteamientos. Se establecieron regulaciones, y se empezó a intervenir en cómo funcionaban las empresas por dentro. La mejora continua y la eficiencia dejo de ser algo que quedaba bonito en los folletos, para convertirse en algo tan medible y tan importante como la publicación del propio balance de resultados. Dejó de ser importante lo que la gente pensaba de una empresa, que era lo que reflejaba la Bolsa, para dar toda la importancia a lo que verdaderamente era una empresa. Y claro, en la búsqueda de la eficiencia, cada vez más empresas se dieron cuenta que podrían aumentar su cuota de eficiencia si se unían. En casi todos los casos uno más uno sumaba tres.

Cuando empezó la fiebre de las fusiones fue imparable. Todas las empresas de Internet y de comunicaciones empezaron a unirse como múltiples gotitas de aceite flotando en el agua, haciendo cada gotas cada vez mas grandes. Empresas de venta de todo tipo se fueron consolidando en Googlezon. Las fusiones por supuesto requerían un plan de viabilidad muy estricto, y un tiempo adecuado para absorber la fusión. Por eso el número de empresas que se podían unir estaba limitado. Debía seguir un orden lógico y estaba muy estudiado. Una empresa no podía absorber a otras diez de golpe. así que había una lista de espera y solo las mas fuertes podían aspirar a ser las siguientes en unirse con Googlezon. Así que lo que ocurrió es que las pequeñas empezaron a unirse entre ellas para ser mas eficientes y mas viables, y aspirar a ser consideradas para una unión con otra mas grande. En poco tiempo no quedaron empresas pequeñas, y entonces se empezaron a unir las medianas, y luego las grandes. Fue como un proceso de mitosis pero al revés, y todo en realidad autorregulado por una búsqueda empírica de la mayor eficiencia posible. Si 1000 empresas hubieran ido añadiéndose a Googlezon una por una, a razón de 1 empresa por año habrían tardado 1000 años. Pero por esta regulación, Las 1000 empresas en un año se convirtieron en 500. En dos años, en 250. En tres en 125 y así sucesivamente. De modo que en solo 10 años 1000 empresas se habían reunido en una sola, enorme y extremadamente eficiente. Porque no hay mayor eficiencia que la economía de escala, y eso todo el mundo lo sabe.

Y eso es lo que tenemos hoy. Una sola red, una sola empresa. Que tiene objetivos de mejora en todas las áreas: en tecnología, en satisfacción de los clientes, en rendimiento, en nuevos servicios, ... En la que todos sus empleados y departamentos se esfuerzan por hacer las cosas lo mejor posible, y eso es lo que hace que ganen dinero. Y vaya si lo ganan. Porque vaya si hacen las cosas bien. Con Network, lo tenemos todo, y todo funciona a la perfección. Cualquier fallo les penaliza enormemente, así que se aseguran de que no los haya, o si los hay, que es raro pero algunas veces ocurre, lo arreglan a una velocidad increíble. Todo el mundo lleva siempre un comunicador personal, y todo el mundo tiene varios, según para lo que se utilice. Para salir a cenar, o al campo se lleva el modelo ligero que tiene una pantalla pequeña y ocupa poco. Para trabajar hay uno con una pantalla mayor, que puede proyectar una pantalla mucho más grande en cualquier pared. Que permite usar un teclado proyectado con un haz de luz sobre cualquier superficie, o leer directamente el movimiento de los dedos. El audio es igual de bueno en todos, porque uno siempre lleva el mismo pendiente, aunque le cambie la apariencia, y ningún pendiente es malo. Para las gafas hay también varios modelos, pero hay quien sigue prefiriendo proyectar en la pared o en un punto de proyección, o directamente mirar la pantalla, a la antigua usanza. El comunicador, sea cual sea, se integra con todos los dispositivos de la casa. El televisor mural no es mas que una pantalla más del comunicador. Puedes ver programas, películas o trabajar en el televisor mural, pero también en casa de otra personas, en la oficina. en el metro o en un punto de conexión, como los que hay en los aeropuertos, exactamente igual. Para contactar con alguien se puede usar un mensaje de vídeo, de voz, o de texto. Se puede enviar cualquier grabación echa con las gafas o con el comunicador, y el comunicador que se usa para trabajar tiene una cámara especialmente diseñada para escanear rápidamente documentos que están en papel y enviarlos como archivo adjunto.

Con el comunicador se puede también hacer compras, o buscar tiendas. Si me interesa un articulo concreto lo puedo encargar directamente, o ver un vídeo con las gafas. Puedo comunicar con la tienda y normalmente un dependiente ira a buscarlo para enseñármelo. Desde mis gafas veré como el dependiente recorre la tienda y la estantería donde está el artículo. Puedo incluso pedirle que recorra la tienda para ver qué tienen y si me vale la pena ir. Casi todas las tiendas tienen este servicio, porque ya cada vez menos gente va a las tiendas. Si puedes hacer que un dependiente recorra la tienda por ti, y tú lo vas a ver todo perfectamente, ¿para qué vas a pasar frío o calor y un atasco de muerte, cuando puedes hacerlo todo cómodamente desde casa o desde una cafetería? Cuando es ropa, hay quien prefiere ir a las tiendas que ha visto que tiene cosas que le gustan, para ver cual le queda mejor, pero a estas alturas, las tiendas no te ponen pegas para mandarte a casa toda la ropa que te quieras probar, y luego devolver todas las tallas o prendas que no te quedes. Eso sí, son listos, y las prendas de prueba tienen unas letras de propaganda enormes y horribles. Solo cuando compras el artículo se desactivarán las letras y podrás ponerte la ropa para salir a la calle.

Bueno, creo que por el momento ya os he contado suficiente. Otro día os contaré como se pueden hacer reuniones virtuales con Network, ya sean de trabajo o de amigos. Y también como se puede leer cualquier libro o revista, o consultar la enciclopedia.

Saludos desde el 2048.

1 comentario:

  1. Parece ser que alguna de la tecnología mencionada en esta nota no solo existe sino que es bastante asequible. Las "gafas del comunicador" se pueden pedir ya por internet por 235 euros...

    EZ Vision Video:
    http://www.yoquierounodeesos.com/para_ella/ez%20-gafas-television/index.html
    http://www.ezgear.com/ALL/ezvision_X4.html

    Rimax iVision 5.0:
    http://www.rimax.net/esp/html/ficha_descripcion.asp?tipo_producto=9&id=440

    Cortesia de nuestro miembro del grupo: Mai

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