martes, 30 de diciembre de 2008

Reflexiones hacia delante

Bueno, vamos allá. Hace ya muchos días que no escribo hacia delante y esto es como montar en bici: no se olvida, pero se pierde práctica… Hoy quería reflexionar un poco en voz alta sobre qué es escribir hacia delante y para qué sirve. La respuesta a esas dos preguntas es la misma: lo que tú quieras, y para lo que tú quieras…

Y lo que está ocurriendo es que está cogiendo algo de vida propia. Cuando empecé a escribir hacia delante lo hice como una forma de relajación. Algo que me permitía contar lo que querías sin darle muchas vueltas. Solo escribir y escribir sin parar hasta que hubiera que parar. Sin más pretensiones. Y así ha sido por el momento. Me he dedicado a escribir lo que me apetecía: reflexiones tecnológicas, una visión del futuro, un poema… y la verdad estoy contento porque el resultado es muy sorprendente. Cuando uno se sienta con un documento Word en blanco – ya he dejado el notepad por la ortografía – no sabe lo que va a salir, y ahí está la gracia. Uno puede tener una idea de lo que quiere contar, pero el resultado suele alejarse de lo que uno esperaba y, al menos en mi caso, siempre superando las expectativas. Una idea lleva a otra y, aparte de lo que hubieras pensado escribir, otras cosas se van ocurriendo sobre la marcha, y al final sale algo que es creatividad en estado puro.

Cuando publiqué La idea, había dos analogías, una con la escritura a máquina de antaño en la que no se podía copiar y pegar, que fue la que dio nombre a todo esto. Y otra con la similitud con un discurso oral en el que no se puede volver atrás lo que ya se ha dicho. Ahora tenemos una analogía más. Mi nueva amiga Norma, creadora del blog de Escritores Aficionados (escritoresaficionados2.blogspot.com), sugirió que esta forma de escribir es como la materia prima de una creación, una especie de diamante en bruto. Y efectivamente así es. En su blog se publican unos textos tremendamente trabajados, que os recomiendo leer y que, supongo, requerirán bastante tiempo de reflexión, escritura y reescritura hasta quedar perfectos. Aquí, en Escribiendo Hacia Delante, somos los mineros de la creatividad, buscadores de diamantes. Aquí tenemos que encontrar diamantes en bruto, y ya habrá tiempo luego para pulirlos y montarlos en un anillo o en un colgante.

Las cartas desde el 2048 que estoy escribiendo son lo que son, nada más. Cosas que me apetece escribir y que salen, como salen. Tienen una cierta consistencia, pero no necesariamente un hilo argumental ni tampoco tengo un plan de cómo las voy a escribir. Pero ¿qué pueden llegar a ser? Nadie lo sabe, yo no desde luego. Si las sigo escribiendo, quizá algún día me anime a escribir un relato corto con las ideas surgidas de todas ellas. Y más adelante ¿porqué no un libro?. O quizá no. La gracia está en que no lo tengo que decidir ni planear ahora. Sólo seguir buscando diamantes y guardándolos en este blog. Un relato, una novela, un anillo, un collar, ya veremos si sale algo algún día. El tiempo lo dirá.

No sé si a vosotros os pasa, pero a mí las ideas, la creatividad sólo me viene en determinados momentos de inspiración. Viendo las horas en las que se han publicado mis entradas del blog, claramente las musas me visitan, si estoy, entre la 1 y las 3 de la mañana. Ahora mismo son las 8 de la tarde y me está costando escribir esto un poco más de lo habitual, pero tenía ganas de hacerlo. Cuando surgen esas ideas, no hay que dejarlas escapar. Hay que sentarse y escribir. Es como cuando te despiertas y recuerdas un sueño que acabas de tener. Sabes que enseguida se te va a olvidar y por mucho que te esfuerces no podrás acordarte, por muy nítidamente claro que lo veas en ese momento. Si quieres capturar algo de él, hacerle una foto para la inmortalidad, tienes que escribir rápidamente en un papel.

Con las ideas pasa igual. Cuando menos esperamos surgen y nos bombardean. No nos dejan escapar, y tenemos que aprovecharlas. ¿No os ha pasado alguna vez que vais en el coche y os ponéis a pensar en algo, y le dais vueltas y más vueltas hasta desarrollarlo casi completamente? A mí si. Cuando pasa eso, que no es muy a menudo, me sobra la radio, la música y todo. Apago el equipo y me dejo llevar por esas ideas. Las cartas del 2048 surgieron así. Ideas que se me fueron ocurriendo a lo largo del día, típicamente en el coche de vuelta a casa, y que cuando me senté por la noche tranquilo, me puse a escribir. Se puede decir que cuando iba en el coche vi algo que brillaba. Y cuando me senté por la noche me puse a escarbar, a desenterrar el diamante a limpiarlo someramente debajo del grifo y a guardarlo en una cajita. Esa cajita es este blog, y aquí están todos los diamantes que he encontrado hasta ahora.

Si no los tuviera no podría hacer un collar. Seguro que si algún día me pusiera a escribir una novela o un relato, partiera de una hoja en blanco, sería muy difícil. Sería como decir, “Voy a engarzar un collar de perlas. Primer paso: comprar un billete de avión para ir a bucear al Pacífico a buscar perlas”. Las perlas, los diamantes, las pepitas de oro, están aquí. De momento hay pocas. No dan ni para un anillo, pero ya habrá más. Y sino al tiempo.

Esa es mi interpretación de este blog, pero cada uno puede darle la que quiera. A lo mejor vosotros queréis hacer algo distinto. Los que quieran publicar relatos o poemas podrían escribir aquí sus textos en bruto, sin complejos. Los que quieran ver si son capaces de escribir un texto medianamente estructurado porque les falta práctica, lo pueden hacer aquí. Los que quieran incluso ensayar un discurso, una presentación oral, un speech, lo pueden ensayar aquí. Los que quieran simplemente reflexionar sobre algo, plasmar una idea que se les ocurrió en el coche, con intención de desarrollarla más adelante, también lo pueden hacer aquí. Y con esto volvemos al principio. ¿Qué es Escribiendo Hacia Delante y para qué sirve? Lo que tú quieras y para lo que tú quieras.

Saludos desde el 2008… por poco

domingo, 21 de diciembre de 2008

El intento

Me está llevando más de 5 minutos pensar que pongo en el título y que escribo, en este, mi segundo post.
Como no soy muy literato parece que tengo que pensármelo mucho pero luego me estoy dando cuenta que la gracia de este blog es ir escribiendo lo que te sale de la cabeza sin muchos miramientos - y por supuesto - sin mirar hacia atrás.
Llamaré a este artículo "el intento". La próxima vez intentaré tener algo más jugoso que ofrecer. La importancia de los blogs es el de escribir en ellos habitualmente. Si, es verdad que tienen que tener información interesante pero también es importante que los blogs se escriban con cierta rutina. Muchas veces por querer hacerlo muy bien al final no hacemos nada. Como he oido varias veces "lo mejor es enemigo de lo bueno"

Tercera carta desde el 2048


Saludos de nuevo desde el 2048. Supongo que a estas alturas ya os creeréis que estas notas vienen del futuro o, por el contrario, creeréis que vienen de un completo chiflado. En realidad me da igual, yo pienso seguir escribiéndolas.

Pensando qué cosas han cambiado en los últimos cuarenta años me sorprendo de lo rápido que nos acostumbramos a los cambios. Me es difícil distinguir lo que ha existido toda la vida de lo que es relativamente reciente, y es porque la capacidad de adaptación del ser humano es fabulosa. Casi no me había dado cuenta de cómo había cambiado la vida doméstica en estos años hasta que me he puesto a pensar en ello. Desde luego, los cambios desde cuarenta años para acá, son bastante notables, sobre todo en las cocinas.

Los que estáis leyendo esto estaréis acostumbrados a cocinar en casa, con cocinas eléctricas, vitrocerámicas, de inducción… y hasta de gas. Parece increíble hoy pensar que la gente tuviera pequeñas bombas naranjas en su casa, conviviendo con su familia. Recuerdo las bombonas de butano, yo también las usé, y también recuerdo que de vez en cuando había algún accidente. Hoy ya no pasa nada de eso. Todo es eléctrico, pero es que tampoco tenemos cocinas.

Todos tenemos un Cocinero en casa. Y la C mayúscula no es por casualidad, se llama así. A ver cómo os explico qué es el Cocinero… veamos. Es una mezcla entre nevera y Termomix, pero mucho más sofisticado, naturalmente. El concepto básico es el de una nevera-congelador en el que todo se almacena ya troceado en pequeños compartimentos. Los compartimentos son adaptables de modo que se adaptan automáticamente al tamaño de la comida que almacenan. Y la comida se introduce por una ranura que nosotros no vemos, y viene ya limpia, pelada y troceada, según lo que sea. Como no somos nosotros quienes tenemos que colocar las cosas, el espacio está aprovechado al máximo, en varias filas. Hay cinco temperaturas distintas dentro del Cocinero, y se pueden ampliar o reducir automáticamente según hagan falta más tipos de un alimento u otro.

Los Cocineros están siempre situados en una de las paredes que dan al pasillo interior de una casa, de modo que para los mozos de supermercados es fácil cargarlos sin tener que entrar en la casa. Los pedidos se hace desde la propia nevera con una conexión a Network. En la pantalla se puede ver el nivel de carga y todo el contenido que hay en el Cocinero. Diría que se hace la compra desde la pantalla, pero ni siquiera eso es necesario normalmente, ya que para las cosas que consumimos habitualmente el pedido se hace de forma automática cuando el nivel de alimento baja por debajo de un mínimo. Claro, que siempre están los caprichos…

Los de Network ya se encargan de ponerte cosas suculentas delante de las narices. En la pantalla aparecen platos que tienen una pinta increíble y al seleccionarlos para el siguiente pedido, o para un pedido express, ya se incluyen todos los ingredientes que sean necesarios, si es que no los tienes ya todos. Pero claro, los solomillos de Ñu con salsa de Amanita Faloides que anunciaban la semana pasada no tienen ingredientes que normalmente pidas. A menos que seas adicto a las hamburguesas de Ñu, o millonario, dado el precio de las dichosas Amanitas. Desde que se descubrió la forma de preparar setas venenosas por medio de un proceso similar a las pasteurización, son el último grito. Y, todo hay que decirlo, están exquisitas.

Así que cuando dices, venga, un día es un día, Ñu con salsa de Amanita para dos para cenar, se lanza el pedido, y en algún momento del día sabes que oirás cacharreo por detrás del Cocinero porque estén haciendo la carga de ingredientes, y ya de paso reponiendo el resto de cosas que faltan. Pero ahí no acaba la cosa. Creo que hasta ahora os he explicado el funcionamiento de una nevera más o menos sofisticada. Pero aun falta lo de la Termomix. Y es que el Cocinero, como su propio nombre indica, también cocina.

El aparato, que por cierto es bastante grande, también trae todo lo necesario para preparar la comida. En los modelos normales se puede hervir, pasar por la plancha, freír y asar. Comprando módulos aparte, o modelos de lujo, puedes tener virguerías del estilo de quemar la crema catalana con soplete, pero en un modelo doméstico no se suele llegar al nivel de los Cocineros de los restaurantes. En los restaurantes, aparte de tener aparatos que pueden dar servicio a muchas personas a la vez, tienen modelos mucho más sofisticados que pueden hacer cosas que en casa no son sencillas. También tienen almacenes de alimentos que tienen de todo, con más de 50 temperaturas distintas, y son enormes. Cada alimento se almacena al número de grados exacto, sea congelado o no, para su óptima conservación. Y eso por no hablar de las formas de cocinar. Lo más virguero que he visto creo que ha sido el solomillo asado en hielo. Tienen un módulo que incorpora unas resistencias para asar un solomillo dentro de un bloque de hielo. Con el calor el hielo se va derritiendo, de dentro hacia fuera, y cuando se derrite por completo, el solomillo está listo, porque el tamaño está calculado al milímetro. La combinación de calor y frío le da una textura única. Creo que el módulo que hace eso vale más que todo el Cocinero que tengo yo en casa, y seguro que acabará pasando de moda antes o después.

Pero volviendo a la cocina de casa, la verdad es que puedes comer muy bien sin tener que ir a ningún sitio sofisticado de estos. Solo tienes que programar a qué hora vas a querer la comida lista, y el Cocinero se encarga de coger los ingredientes de los compartimentos necesarios. Los trocea, si es necesario, y a continuación los cocina de la forma que haga falta en un orden preciso y sincronizado. Las recetas son fruto de muchos años de pruebas y además siempre están sacando cosas nuevas. La vajilla se guarda también dentro del Cocinero y los platos te salen ya en su plato, listos para llevar a la mesa. Por supuesto puedes configurar todo lo que quieras. Desde qué tipo de plato o fuente quieres utilizar para servir hasta cómo de condimentada estará cada ración individual. Cada persona que vive en la casa tiene cargado su perfil en el que se registra si la comida te gusta muy salada o poco, picante o no, y también si por problemas de salud hay ingredientes que debes eliminar o limitar.

Si te gusta la cocina, como a mí, puedes incluso programar una receta por tu cuenta, o modificar una ya existente. Yo una vez llegué incluso a vender una. Inventé una receta de pato caramelizado con salsa de casar y piquillo que conseguí dejar bastante bien. La publiqué en Network y hasta ahora sé que se la han descargado unas 500 personas. Algunos incluso me han dejado comentarios. Con eso no te haces rico, a menos que seas un cocinero famoso, porque te pagan a un dólar la descarga, pero siempre da satisfacción saber que a alguien le gusta. Esto del Web 10.0 aplicado a la cocina es la leche. Por otra parte debo decir que me pasé un año comiendo pato hasta que acerté con el tiempo justo para la receta, la mezcla de las salsas, y la temperatura a la que se tenía que cocinar cada cosa. Pero valió la pena…

Bueno, pues ya os podéis imaginar cómo es el cacharro: nevera, congelador, horno, microondas, despensa… todo en uno. Ocupa toda la cocina porque la verdad es que no necesitas nada más, salvo una mesa para comer si quieres, pero la mayoría de casas ya no tienen ni eso. La cocina solo tiene al Cocinero que es como un gran mural. Puedes programarle los platos de toda la semana con un menú predefinido o ir cambiándolos. También puedes dar una hora fija, pero normalmente te llegará un mensaje de confirmación al Comunicador, justo antes de empezar a prepararla, para que verifiques si quieres que se haga a la hora prevista o posponerla. Claro que, si estás en casa, no te hacen falta avisos porque por muy moderno que sea el aparato, el olor no hay quien te lo quite. Si se está asando pollo, se está asando pollo y eso se huele a kilómetros.

La programación del menú también te da el precio exacto de la comida de toda la semana o el mes, incluyendo no solo los ingrediente sino también el gasto de energía. En eso también ha mejorado mucho el aprovechamiento, porque la energía que se utiliza para generar frío a las distintas temperaturas de los compartimentos, se convierte en calor que se utiliza en el horno y también al revés. Tiene un acumulador, que almacena calor o frío para usarlo después.

Bueno, pues creo que con eso os he explicado cómo funciona una cocina hoy en día. Bastante diferente a lo que había en el 2008 desde luego, aunque una cosa hay que decirla. Un buen solomillo, sigue siendo un buen solomillo.

Otro día más. Saludos desde el 2048.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Intentos

Coros que en la noche
anuncian silencios.
Legados del tiempo,
nostalgias de amor.
Arrullos del cielo
que silban melodías,
como un cauto coro
que anuncia un ritual.
Y la melodía posee la forma,
de letras errantes
buscando un lugar,
entre las estrellas
de la hora que inspira,
a la musa insomne
que erige un altar.
Y fluyen las letras.
los versos se ligan,
se expresa el silencio
como un vendaval,
de de signos puntuales
que encierra en comillas
de intentos que
luchan por un buen final.

Norma

lunes, 8 de diciembre de 2008

Mar


El Mar.
Divertido. Aventurero.
Ansiado por los que no tienen.
Olvidado por los que tienen.
Nos acompaña. Nos envuelve.
Juega con nosotros. Nosotros con él.
Nos persigue. Nos reclama.
Nos refresca. Nos inunda.
Nos atrae. Nos seduce.
Ése es el Mar.
Divertido Mar.
Aventurero Mar.

La Mar.
Temida. Respetada.
Temida por los que no navegan.
Respetada por los que navegan.
Nos dirige. Nos envuelve.
Juega con nosotros. Somos su juguete.
Nos exige. Nos reclama.
Nos envuelve. Nos inunda.
Nos atrapa. Nos seduce.
Ésa es la Mar.
Temida Mar.
Respetada Mar.

Y por fin. Mar.
A veces divertida. A veces temida.
Siempre aventurera. Siempre respetada.
A veces ansiada. A veces olvidada.
Nos dirige. Nos acompaña.
Es nuestro juguete. Y nosotros el suyo.
Nos exige. Nos atrae.
Nos olvida. Nos inunda.
Nos reclama. Nos seduce
Eres tú, Mar.
A veces Mar.
Siempre Mar.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Segunda carta desde el 2048

Hola. Soy yo otra vez desde el 2048. Me imagino que con mi nota anterior habré causado algo de confusión, y sobre todo escepticismo. No espero que nadie en el 2008 se crea que alguien puede escribir desde el futuro en una página Web. Al menos no, hasta que empiece a cumplirse lo que yo anticipo en mis notas. Así que no voy a esforzarme por intentar convencer o explicarlo mejor. Me limitaré a contar lo que quiero contar, y el resto ya vendrá solo. Además, mi forma de ser, y la técnica de escritura hacia delante no me permite reflexionar mucho sobre lo escribo. Simplemente sale, y sigue el flujo de mis pensamientos.

Hoy se me ha estropeado el coche. Es un modelo de fusión fría bastante normalito. El único inconveniente que tienen es estar echándoles agua cada dos por tres, por lo menos una vez al mes. A ver cuando inventan alguno que pueda generar el agua necesaria para la fusión por condensación, o yo que sé, porque la verdad es que es un engorro. Con los de uranio comercial es mucho más cómodo claro, una revisión de la batería de uranio una vez al año, y un cambio cada cinco, y listo. Además, el coste del uranio, que es desorbitado, se paga a lo largo de toda la vida del coche, con lo que resulta bastante cómodo. Pero no sé. A mí todavía me da algo de yuyu ir por ahí con una bomba atómica en el maletero.

Pero en fin, a lo que iba, el mío se ha estropeado, y tengo un coche de sustitución que no tiene la tapicería igual que el mío. Se ha desconfigurado algo del sistema de navegación. Lo he programado para ir a casa de mi hija, como cada domingo, y me he puesto a leer el periódico en el proyector del coche, con mi comunicador. Y estaba yo tan tranquilo cuando de pronto se ha parado en medio de la autopista de ocho carriles ¿os lo podéis creer? De hecho casi me bajo porque creía que habíamos llegado. Estaba leyendo el periódico y ni me he enterado. Claro que en cuanto he visto a los coches viniendo hacia mí a 250 km/h, que es la velocidad automática de la autovía, me he dado cuenta enseguida claro. Menos mal que aunque los coches vayan solos con el sistema de navegación automático, detectan también las incidencias de la vía y se cambia automáticamente de carril, pero la impresión de que te pasen 3 filas de coches por un lado y 4 por otro, a 250 impresiona bastante la verdad, nunca me había pasado. Era como estar encima de una piedra, en medio de un río.

Se ha conectado automáticamente la llamada al servicio de averías y el técnico me ha dicho que aunque el automático estaba averiado por un fallo en un chip, podía conducir sin ningún riesgo en modo semiautomático, pero que si lo prefería podía mandarme el vehículo de sustitución que tardaría 17 minutos. La verdad es que me ha picado el gusanillo y le he dicho que no, que me iba en semiautomático a casa de mi hija y que lo recogieran allí y me lo cambiaran por el de sustitución mientras comía con mis nietos. Me ha agradado conducir un rato. Hace mucho que no lo hacía, y la verdad es que antes me gustaba mucho. Por supuesto, aunque a mis nietos les ha escandalizado saber que he venido yo manejando el volante y el acelerador, conducir ahora no es como antes, ni remotamente. Pero tiene su gracia. He activado el control semiautomático y he empezado a acelerar hasta la velocidad de la vía. En realidad tampoco hay que hacer tanto. El coche ya frena si los coches de delante frenan, y en el propio cristal te señala donde está la salida que tienes que coger. Está gracioso porque la salida de la autovía la ves pero como si estuviera rodeada de luciérnagas, toda de color fosforito y parpadeante. Al girar el volante, cambia de carril, pero sólo si no hay nadie en el otro carril. Y si van los coches muy juntos, que me ha pasado, no sé que sistema tiene de radiofrecuencia entre los coches, pero un coche ha frenado para que el mío entrara en el carril. Y digo el coche, porque los ocupantes estaban muy ocupados. Se veía a un hombre de negocios muy agitado con las gafas del comunicador y dando unas voces que se le iba a salir la yugular, y a otro tomando notas con un teclado proyectado.

Al final he llegado a casa de mi hija sin problemas. Incluso me he permitido dar una vuelta inútil a la manzana. Con el automático se utiliza siempre la ruta óptima, pero en semiautomático, aunque realmente no conduces porque el coche acelera y frena cuando debe, sí puedes controlar a donde vas.

Ver a ese hombre de negocios chillando me ha recordado a los tiempos en que yo mismo estaba obsesionado con el trabajo. Sobre todo a la época de las fusiones. Yo trabajaba como funcionario cuando empezó toda aquella locura. Al principio era el Ministerio de Industria, pero cuando empezaron a fusionarse empresas hubo que especializar a mucha gente en aquello, ya que toda la economía del país dependía de que aquellas fusiones entre empresas se hicieran bien. Tanto fue así que se creó el Ministerio de Fusiones. Ya se demostró en la crisis del 2008-2010 que las empresas no podían funcionar de forma totalmente independiente, así que el gobierno intervino para regular todo ese proceso.

Tuve el honor de estar en el equipo que definió la métrica de eficiencia, que fue la clave de todo. Contemplando todos los parámetros de una empresa conseguimos sacar una métrica que daba su grado de eficiencia. Tuvimos en cuenta todo. Los parámetros financieros, claro, pero también cómo funcionaba su red comercial, la atención al cliente, la productividad de los empleados, la formación… todo. Pero eso no fue lo más difícil. Lo complicado de verdad fue definir un modelo predictivo que nos permitiera anticipar cuál iba a ser la métrica de eficiencia, que fuera el resultado de la fusión de dos empresas. Y después de analizar miles de datos históricos sobre fusiones de empresas, llegamos a la conclusión de que no debíamos predecir, sino dirigir el resultado de una fusión.

Definimos un método muy estricto y muy completo que marcaba cómo se integraban todos los departamentos de las dos empresas. Departamento a departamento área a área, se ponían en común los procedimientos de trabajo de las dos empresas. Se sacaba lo mejor de cada uno o en algunos casos, se cambiaba por completo. El resultado es que se generaba una nueva organización que tenía lo mejor de cada una. El método contemplaba esta definición, pero también cómo se comunicaba a todo el mundo, cómo se formaba a todo el personal, cómo se implantaba y se medían los resultados para hacer los cambios necesarios. Duraba exactamente un año, y cada día de este año tenía programados exactamente los pasos que había que dar y las reuniones que había que tener.

Gracias a eso fue posible la integración de Googlezon y LinkedIn. Cada uno de ellos era un monstruo, resultante de la fusión de casi 500 empresas en 10 años. Y la dificultad estaba en que tras todas esas fusiones, quedándose con lo mejor de cada una de esas 500 empresas, ambas empresas eran extremadamente eficientes. En algunos casos decidir cuál de los dos procesos era el que se quedaba, resultaba tan fiable como tirar una moneda al aire, porque la métrica de eficiencia coincidía hasta el cuarto decimal.

En aquella época fue cuando estábamos en plena espiral de violencia callejera, así que estábamos todos en nuestras casas, equipadas con telepresencia. Ni siquiera existían aún las gafas del comunicador con lo que no podíamos estar viéndonos en tres dimensiones como cualquiera puede hacer ahora. En aquella época teníamos solamente la pantalla mural y ahí veía a todas las personas con las que me reunía. Bien es cierto, que las imágenes eran a tamaño natural, y que la calidad del audio era bastante buena, para ser emitida por altavoces. Me pasaba las horas reunido con los otros funcionarios del Ministerio de Fusiones, y entrevistando a personas de distintos departamento de un número interminable de empresas. Las entrevistas estaban programadas minuto a minuto, pero siempre había alguno que empezaba a tartamudear o a irse por las ramas y que hacía que se retrasara todo.

Fue una época muy dura, de mucho trabajo, pero gracias a la cual conocí a multitud de gente. Muchos de ellos son ahora amigos míos, aunque no los pude conocer en persona hasta hace unos pocos años cuando se extendió el espíritu de la Revuelta Asocial del 37. Además, sentía y ahora lo corroboro, que verdaderamente estábamos ayudando a la sociedad. Antes se estropeaba algo y se tardaba días o semanas en reparar. Ahora se arregla al instante para cumplir con la métrica de eficiencia. El papeleo, las colas, las facturas erróneas. Todas esas son ya cosas del pasado. Y es verdad que gracias a eso vivimos mejor que antes.

Otro día contaré más cosas. Saludos desde el 2048.

sábado, 6 de diciembre de 2008

La revuelta del 37 asocial

Hola.

En 2008 era compañero de trabajo de Pechus. Estoy escribiendo con la extendida técnica de Escribiendo hacia adelante desde el año 2049 mediante la tecnología ALTERA E-T que comentaba el propio Pedro en su nota de hace algunos meses.

Quería escribir sobre cómo era esta asociedad hace poco más de 10 años y el punto de inflexión que la revuelta del 37 significó en la carrera sin fin aparente en la que estábamos envueltos. Una carrera en la que nuestra sociedad estaba inmersa y que conducía a una situación insostenible. Antes del 37 la violencia estaba a flor de piel. Todo el mundo llevaba trajes de seguridad, armas de defensa personal y gps individual para ser localizado en caso de emergencia; nadie andaba solo; las calles del centro de las ciudades se cerraban al tráfico de vehículos y personas, con la excepción de las "avenidas seguras" a partir de la puesta del sol, avenidas repletas de cámaras, policías... las máximas medidas de seguridad; la policía se había integrado en el ejército, y estaba formada por divisiones de máxima seguridad, con agentes especializados en defensa grupal, tanquetas especialmente equipadas, etc.

Se había creado un código penal específico para actos violentos, que cubría desde los asesinatos hasta las miradas ofensivas, desde las palizas hasta los insultos, desde los empujones en el metro hasta la mala educación en lugares públicos, tipificando cientos de delitos no conocidos en 2008 albergando penas por faltas de violencia visual, auditiva u olfativa.

Cada falta que no implicaba prisión quitaba puntos del "carnet de persona", y el saldo de cada uno era público, de forma que todos sabíamos el índice de "violencia" de los demás. Nos temíamos los unos a los otros, la desconfianza era máxima, las relaciones personales presenciales casi no existían (el teletrabajo está altamente extendido), la despersonalización ya no era un problema; nos habíamos acostumbrado. Creo que íbamos en caída libre y no sabíamos cuándo sería el golpe.

Pero entonces llegó junio de 2037. Un grupo de estudiantes de un pueblo de los Pirineos llegó a la ciudad en lo que en 2008 se conocía como "viaje de estudios". El pueblo estaba bastante aislado físicamente y por tanto algo distante de esa ola asocial en la que nos encontrábamos, lo cual favoreció que cuando encontraron un disco duro de un pc de principios del siglo XXI donde vieron fotos de una clase de chicas y chicos que se habían ido de viaje de estudios en aquellos años pasados, no pensaran que era una locura total y se atrevieran a viajar a la ciudad juntos para hacer turismo, visitar museos y catedrales y convivir unos días. Ese grupo de treinta adolescentes alteró de tal manera la vida de la ciudad, llenándola de alegría, que despertó en quien se cruzaba con ellos una tímida reacción que se fue multiplicando y en menos de tres días todo el mundo se echó a la calle a compartir la comida, a comprar en persona, a pasear por pasear, a tomar unas cañas, a relacionarse físicamente con los demás.

A la revuelta del 37 siguió la derogación del código penal para actos violentos y se volvió a unos parámetros más razonables, donde la violencia está muy castigada, pero los límites no exceden un sentido común que se había perdido. Ha vuelto la seguridad y tranquilidad a las calles, la gente ha vuelto a llamarse para quedar (no sólo para hablar), y los más viejos dicen que esto se parece a cuando fueron a la universidad y los amigos se abrazaban literalmente, no con iconos.

Saludos desde 2049 y FELIZ NAVIDAD!

Jaime

domingo, 30 de noviembre de 2008

Carta desde el 2048

Hola. Estoy escribiendo en el año 2048. Tengo 76 años. Hace unos cuarenta años desarrollé una técnica que consistía en escribir hacia delante sin mirar hacia atrás, y desde entonces ya no puedo escribir de otra forma.

Recientemente se ha desarrollado un tipo de tecnología que permite alterar el espacio-tiempo a nivel subatómico. Por el momento solo permite alterar partículas concretas, pero con un desarrollo adecuado, se ha podido configurar de modo que es posible enviar correos electrónicos o editar páginas Web que existían en el pasado.

Me he estado preguntado qué podría contarle a alguien que vivió hace cuarenta años, o al yo mismo de entonces, y la verdad es que no he sabido por donde empezar. Debería contar cosas importantes, como qué pasó cuando se empezaron a agotar las reservas de petróleo en el año 2027, y cómo se revolucionó la ciencia para desarrollar coches que no dependieran de esta energía, pero la verdad es que de eso no sé mucho. Puedo contar que ahora comprarse un coche es un infierno. Coches eléctricos, de enchufe o mixtos. Coches de hidrógeno, de fusión fría, o de uranio comercial. Todos tienen sus ventajas e inconvenientes, sus partidarios y detractores, pero todos están en el mercado y funcionan. Qué tiempos aquellos en que sólo tenias que decidir si querías un coche grande o pequeño, de gasolina o diesel. Ahora hay que ir aun asesor automovilístico, porque si vas directamente a los concesionarios te vuelves loco. Pero he dicho que de eso no iba a hablar, porque son cosas que no entiendo.

Sí puedo hablar de los comunicadores personales. Todo el mundo tiene uno. Cuando los niños empiezan el colegio es obligatorio que lo lleven. Los hay gratuitos y de pago. Simples o extraordinariamente complejos y caros. Son una evolución de lo que antes eran los teléfonos móviles. Mis nietos no han conocido los teléfonos móviles, tuvieron su comunicador ya desde los tres años. Una vez intenté explicarles como eran las cosas antes, cuando no había comunicadores, aunque si teníamos teléfonos móviles o fijos con los que podíamos hablar con otras personas para llamadas cortas. Pero no lo entendían. "Entonces abuelo, ¿sólo se podía hablar durante un tiempo limitado? ¿No se podía activar el modo continuo?" No, no se podía. Ellos están acostumbrados a estar con sus amigos aunque no estén con ellos. Si activan el modo continuo están hablando con varios o todos sus amigos de forma constante. Con las gafas del comunicador, pueden ver lo que ve cualquiera de ellos, y en cualquier caso todos están hablando como si estuvieran al lado. El otro día uno de mis nietos se dobló un pié justo antes de una excursión. Aunque no pudo ir, vio lo que veían sus amigos, y puedo estar hablando con ellos todo el tiempo. Le oí como estaban todos mirando a unas chicas. No pude oír lo que decían sus amigos, claro, porque llevaba un pendiente del comunicador. Todo el mundo tiene uno, hasta yo. Con el pendiente oyes todo, como si estuvieras en otro sitio. Tiene un sistema de anulación de ruido que te puede llegar a aislar del ruido exterior por completo, y como se basa en ondas magnéticas que hacen vibrar el tímpano con una precisión increíble, no se puede distinguir el sonido real del producido por el pendiente. Por supuesto, se han implantado grandes medidas de seguridad, y ante cualquier ruido fuerte se desactiva el comunicador y oyes el ruido exterior. Incluso, si el ruido es fuerte pero se ha producido lejos te permite escuchar con claridad lo que ocurre aunque sea a mucha distancia.

Hace un rato estaba escuchando un concierto de Dani Martín. Hay que ver lo cascado que está. Me acuerdo al principio cuando tocaba con el Canto del Loco, y hacían canciones cañeras. Ahora no hace más que baladas, y tiene la voz muy estropeada. Y eso que este concierto fue hace como diez años, poco antes de que se retirara definitivamente por cuarta vez... Podría estar viéndolo con las gafas, pero la verdad es que paso. Prefiero sólo escuchar, como se hacía antes, y total para verle ahí sin moverse en el escenario, no vale la pena. Lo intentan compensar con las cámaras helicóptero que no hacen más que dar vueltas y hacer unos planos brutales, pero ni así. Solo vale la pena cuando se meten entre el público y sale alguna tía buena. A veces es que se pasan y se tiran mas tiempo revoloteando alrededor de ellas que enfocando al cantante, pero en este caso no me extraña.

Con el comunicador también puedo hacer cualquier cosa en la Red. si quiero ver mejor que con las gafas, activo la tele mural de la pared para navegar o para jugar, y uso el comunicador desde ahí. Con Network veo todo lo que hacen mis amigos y conocidos, si ellos quieren, claro. La primera red en la que entré fue FaceBook, ¡que tiempos!. En aquellos momentos era un follón porque había un montón de redes sociales distintas y dependiendo de con quién hablaras tenías que usar una cosa u otra. Además estaban las redes sociales, pero también el e-mail, la mensajería instantánea, los mensajes del móvil. Ahora ya no. LinkedIn se quedó con todo poco a poco. Empezó siendo una red social más, aunque muy orientada al mundo laboral. Precisamente por eso, porque se usaba para buscar trabajo, conocer gente importante y cosas así, la gente aceptaba pagar por usarla y saber quién entraba en su pagina, o acceder a los contactos mejor relacionados. Las otras redes sociales eran más bien para grupos de amigos y sabían que no podían aspirar a cobrar dinero, o no mucho al menos, porque para estar contacto con sus amigos, la gente no pagaba dinero. Pero los de LinkedIn fuero listos y con la fuerza que les daban los ingresos que tenían empezaron a absorber a otros. Primero compraron FaceBook, que generacionalmente era el más parecido, aunque dedicado al mundo personal en vez de al laboral. Pero también con un publico de entre 25 y 40 años. La gente empezó a usar la misma red para todo, trabajo y amigos, y tuvieron cuidado de que fueras capaz de separar las dos cosas, y tener distintos perfiles y distintos grupos de amigos de modo que unos solo podían ver unas cosas y otros otras. También exportaron el modelo económico, y vieron formas de cobrar por datos interesantes. Hicieron un servicio de pago el saber quien veía tus fotos y durante cuanto tiempo. O quien cerraba tus notificaciones en cuanto le llegaban. Con el tiempo compraron también Tuenti y MySpace, y luego otras. Y en paralelo atacaron al correo electrónico. La gente usaba cada vez más las redes sociales para comunicarse, y menos el correo electrónico, así que al final fue natural que se integraran las dos. Empezaron por comprar Yahoo, pero luego se quedaron también con Hotmail, ya que a Microsoft le suponía unas pérdidas espectaculares. Se convirtieron en una superpotencia digital, casi al nivel de Google, que en paralelo también se había ido quedando con todo, aunque en un mercado mucho más diversificado. Google se unió a Amazon creando el conocido por todos Googlezon, y durante la famosa negociación del 2021, LinkedIn y Googlezon acabaron por fusionarse. Mucha gente se quejaba de que eso constituyo un auténtico monopolio, brutal e inevitable, pero yo creo que se trató más de un proceso de fusión y estandarización. Agrupar todas las comunicaciones en una sola entidad resulto muy beneficioso para todo el mundo, y así nació Network. Correo, red social, fotos, blogs, mapas, paginas amarillas. Todo lo tenias en un sitio, todo el mundo usaba el mismo, y todo el mundo estaba comunicado con quien quisiera.

Tanto fue así, que poco a poco los planteamientos de todos los gobiernos empezaron a cambiar. Las leyes anti-monopolio fueron relajándose primero y desapareciendo después. En realidad era lógico. ¿porqué era necesario tener muchas empresas que se dedicaran a lo mismo compitiendo entre si, duplicando departamentos, estudios, investigaciones, trabajo, si resultaría mucho más eficiente sumar todo el dinero que se gasta en un solo sitio? La clave está en que el monopolio no haga que la empresa se relaje. Se estableció un sistema de valoración que favorecía la competencia pero dentro de la empresa, y en el que todo estaba regulado. Unas regiones con otras se comparaban y competían constantemente. Y estaba totalmente regulado cuánto beneficio podía quedarse la empresa. La empresa solo crecería si hacía servicios cada vez mejores y más eficientes, lo cual hizo que en pocos años cambiara radicalmente el grado de progreso tecnológico y se viviera una época similar a la que muchos años antes vivió la carrera espacial por llegar a la luna. Este planteamiento se extendió a otras empresas, y claro, el siguiente candidato eran las empresas de Telefonía. Decenas de empresas, con paquetes distintos, tarifas, servicios,... Daban Internet, telefonía fija, telefonía móvil, televisión, unas daban unas cosas, otras otras. Una locura solo comparable a la de comprarse hoy un coche. Las leyes pro-monopolio favorecieron la fusión de estas empresas, y al final todas fueron integradas en Network.

A todo esto ayudó desde luego la crisis que empezó en el 2008. En esa crisis fue cuando se empezaron a fraguar las raíces del monopolismo actual. El modelo de libre mercado se demostró que no era tan autorregulado como se creía. El libre comercio no garantizaba que las empresas fueran eficientes, solo que ganaran dinero, pero cuando todo se hundió y los gobiernos tuvieron que salir a ayudar a empresas supuestamente independientes, se cambiaron muchos planteamientos. Se establecieron regulaciones, y se empezó a intervenir en cómo funcionaban las empresas por dentro. La mejora continua y la eficiencia dejo de ser algo que quedaba bonito en los folletos, para convertirse en algo tan medible y tan importante como la publicación del propio balance de resultados. Dejó de ser importante lo que la gente pensaba de una empresa, que era lo que reflejaba la Bolsa, para dar toda la importancia a lo que verdaderamente era una empresa. Y claro, en la búsqueda de la eficiencia, cada vez más empresas se dieron cuenta que podrían aumentar su cuota de eficiencia si se unían. En casi todos los casos uno más uno sumaba tres.

Cuando empezó la fiebre de las fusiones fue imparable. Todas las empresas de Internet y de comunicaciones empezaron a unirse como múltiples gotitas de aceite flotando en el agua, haciendo cada gotas cada vez mas grandes. Empresas de venta de todo tipo se fueron consolidando en Googlezon. Las fusiones por supuesto requerían un plan de viabilidad muy estricto, y un tiempo adecuado para absorber la fusión. Por eso el número de empresas que se podían unir estaba limitado. Debía seguir un orden lógico y estaba muy estudiado. Una empresa no podía absorber a otras diez de golpe. así que había una lista de espera y solo las mas fuertes podían aspirar a ser las siguientes en unirse con Googlezon. Así que lo que ocurrió es que las pequeñas empezaron a unirse entre ellas para ser mas eficientes y mas viables, y aspirar a ser consideradas para una unión con otra mas grande. En poco tiempo no quedaron empresas pequeñas, y entonces se empezaron a unir las medianas, y luego las grandes. Fue como un proceso de mitosis pero al revés, y todo en realidad autorregulado por una búsqueda empírica de la mayor eficiencia posible. Si 1000 empresas hubieran ido añadiéndose a Googlezon una por una, a razón de 1 empresa por año habrían tardado 1000 años. Pero por esta regulación, Las 1000 empresas en un año se convirtieron en 500. En dos años, en 250. En tres en 125 y así sucesivamente. De modo que en solo 10 años 1000 empresas se habían reunido en una sola, enorme y extremadamente eficiente. Porque no hay mayor eficiencia que la economía de escala, y eso todo el mundo lo sabe.

Y eso es lo que tenemos hoy. Una sola red, una sola empresa. Que tiene objetivos de mejora en todas las áreas: en tecnología, en satisfacción de los clientes, en rendimiento, en nuevos servicios, ... En la que todos sus empleados y departamentos se esfuerzan por hacer las cosas lo mejor posible, y eso es lo que hace que ganen dinero. Y vaya si lo ganan. Porque vaya si hacen las cosas bien. Con Network, lo tenemos todo, y todo funciona a la perfección. Cualquier fallo les penaliza enormemente, así que se aseguran de que no los haya, o si los hay, que es raro pero algunas veces ocurre, lo arreglan a una velocidad increíble. Todo el mundo lleva siempre un comunicador personal, y todo el mundo tiene varios, según para lo que se utilice. Para salir a cenar, o al campo se lleva el modelo ligero que tiene una pantalla pequeña y ocupa poco. Para trabajar hay uno con una pantalla mayor, que puede proyectar una pantalla mucho más grande en cualquier pared. Que permite usar un teclado proyectado con un haz de luz sobre cualquier superficie, o leer directamente el movimiento de los dedos. El audio es igual de bueno en todos, porque uno siempre lleva el mismo pendiente, aunque le cambie la apariencia, y ningún pendiente es malo. Para las gafas hay también varios modelos, pero hay quien sigue prefiriendo proyectar en la pared o en un punto de proyección, o directamente mirar la pantalla, a la antigua usanza. El comunicador, sea cual sea, se integra con todos los dispositivos de la casa. El televisor mural no es mas que una pantalla más del comunicador. Puedes ver programas, películas o trabajar en el televisor mural, pero también en casa de otra personas, en la oficina. en el metro o en un punto de conexión, como los que hay en los aeropuertos, exactamente igual. Para contactar con alguien se puede usar un mensaje de vídeo, de voz, o de texto. Se puede enviar cualquier grabación echa con las gafas o con el comunicador, y el comunicador que se usa para trabajar tiene una cámara especialmente diseñada para escanear rápidamente documentos que están en papel y enviarlos como archivo adjunto.

Con el comunicador se puede también hacer compras, o buscar tiendas. Si me interesa un articulo concreto lo puedo encargar directamente, o ver un vídeo con las gafas. Puedo comunicar con la tienda y normalmente un dependiente ira a buscarlo para enseñármelo. Desde mis gafas veré como el dependiente recorre la tienda y la estantería donde está el artículo. Puedo incluso pedirle que recorra la tienda para ver qué tienen y si me vale la pena ir. Casi todas las tiendas tienen este servicio, porque ya cada vez menos gente va a las tiendas. Si puedes hacer que un dependiente recorra la tienda por ti, y tú lo vas a ver todo perfectamente, ¿para qué vas a pasar frío o calor y un atasco de muerte, cuando puedes hacerlo todo cómodamente desde casa o desde una cafetería? Cuando es ropa, hay quien prefiere ir a las tiendas que ha visto que tiene cosas que le gustan, para ver cual le queda mejor, pero a estas alturas, las tiendas no te ponen pegas para mandarte a casa toda la ropa que te quieras probar, y luego devolver todas las tallas o prendas que no te quedes. Eso sí, son listos, y las prendas de prueba tienen unas letras de propaganda enormes y horribles. Solo cuando compras el artículo se desactivarán las letras y podrás ponerte la ropa para salir a la calle.

Bueno, creo que por el momento ya os he contado suficiente. Otro día os contaré como se pueden hacer reuniones virtuales con Network, ya sean de trabajo o de amigos. Y también como se puede leer cualquier libro o revista, o consultar la enciclopedia.

Saludos desde el 2048.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Primera prueba de escribiendo hacía adelante

Voy a escribir mi primera nota sobre escribiendo hacía adelante. Creo que me va a costar mucho pues suelo tener una mente que me invade de pensamientos y que hace que me vaya por las ramas con mucha facilidad. Me llama mucho la atención que sea nuestra mente la que domine a nuestro "yo" y no nuestro "yo" la que domine nuestra mente. Bueno, menos los que lleguen al nirvana, claro. Por eso creo que la meditación, yoga y cualquier otra manera de relajación es importante. Unos minutos para cuidar nuestra mente siempre vienen bien. Corto aquí. Hasta la próxima. Me está pareciendo como un ejercicio mental. ¿no?

lunes, 24 de noviembre de 2008

Linux y más cosas


Bueno, vamos allá con la segunda edición de escribiendo hacia delante. El temido papel en blanco es en este caso sustituido por el notepad en blanco que es casi lo mismo. Ya veis que uso el ultimo grito de la técnica en edición de textos. En realidad es un poco aposta porque esto es lo más parecido a la vieja máquina de escribir.

He estado viendo un documental bastante antiguo sobre la historia del Linux, y curiosamente su autor Linus Tovarlds decía que una de las cosas que ayudo a desarrollar Linux fue la colaboración por medio del correo electrónico. Según él, en ese medio, se sentía mucho más cómodo que hablando con personas de cara a cara. Se pierde mucho tiempo en detalles y cosas que no aportan mucho cuando se hacen muchas reuniones en persona. Por correo en cambio, dice, los mensajes están más pensados y se pierde menos tiempo. Creo que hay mucho de verdad en esto. Yo también soy muy aficionado al correo electrónico mas que al teléfono, pero en mi caso es porque se me olvida todo, y el correo en cambio no olvida nada. Además, desde que hay Google Desktop es mucho mas fácil encontrar las cosas.

Se me había ocurrido que podríamos usar una foto o un video para dar pie a la escritura hacia delante, pero no se me ocurría qué poner. Pensando en esto creo que puedo colgar al link al documental en YouTube y a lo mejor alguno os animáis a dejar fluir vuestros pensamientos. No pensaba que esto fuera exclusivamente friki, pero claro el problema es que cuando uno se deja llevar por sus pensamientos, si se es un friki, se es. Vamos a empezar con esto y veremos si la gente se va animando. De verdad me gustaría que alguien mas escriba sus desvaríos aquí, sean los que sean.
Siguiendo un poco con el comentario, se hace otra reflexión interesante sobre el código "libre", que en ingles se dice free. Free, que casualmente también significa gratis, en ingles, lo cual creo una cierta confusión en los inicios del open source. Que un código sea libre no quiere decir que sea gratuito. En realidad es muy curioso todo lo que ha pasado con esto del Linux y el open source en general. Me gustaría volver atrás en el tiempo unos años y encontrarme con Linus Torvalds. Un estudiante que cogió el mismo libro de Sistemas Operativos que tenia yo, y todos los de la Facultad de Informática, en el que venia un sistema operativo llamado "minix". El autor, un tal Tanembaum, que me gustaba mucho como escribía, ya que conseguía hacer divertidos libros extremadamente técnicos como este o el de Telecomunicaciones. Pues bien, el amigo Linus se pudo a desarrollar en serio algo muy parecido al Minix y hacer que funcionara para PC 386 y 486. En aquella época todo el software que había era casi exclusivamente comercial. Y en los sistemas operativos estaban en DOS, el Mac, y también el Unix. Este ultimo costaba una pasta. No estoy seguro de si existía ya el Windows. Pues bien, me gustaría llegar con una maquina del tiempo, dejarme barba larga y bigote para no desentonar con los pintas de la época y acercarme a ese chaval. Le diría, chavalín, lo que estas haciendo va a revolucionar los conceptos del software. Cuando veas que no puedes seguir solo con esto después de la primera versión, que por cierto funcionara de escándalo, empezaras a pedir ayuda a desarrolladores de todo el mundo para que te ayuden a seguir haciendo que evolucione. Lo publicaras como licencia de uso publico y empezara extenderse. Como descargárselo entero tardara siglos con un modem, empezara a haber gente en Estados Unidos y otros sitios que lo copiaran en sus PCs y lo publicaran por FTP como mirror. Pero no solo eso, cuando su uso público y colaborativo sea ya un hecho innegable empezar la explotación comercial. Habrá empresas, si si, empresas de verdad que se dedicaran a vender y dar soporte a lo que se hace de forma colaborativa, porque el hecho es que habrá empresas, si si, también empresas de verdad, que Usarán este sistema operativo. Habrá incluso una feria de usuarios de Linus, y tu conducirás un descapotable por Silicon Valley. En ese momento, tengo muy claro lo que ocurriría. El amigo Linus me miraría de arriba abajo y me diría "tu estás flipao tío", en perfecto finlandés claro...

Es muy curioso como puede llegar a evolucionar la técnica y la ciencia y como puede llegar a cambiar nuestras vidas. Igual que esto no se si alguien podría haber predicho el impacto que Internet tendría en nuestras vidas, o incluso el de los teléfonos móviles. Una idea feliz, una estrategia comercial, una inversión adecuado, en fin, casualidades, cosas circunstanciales. Cuantas cosas habrá dentro de veinte años que hoy ni nos imaginamos que puedan existir? Este puede ser otro tema para otra edición de escritura hacia delante. Hay un video por ahí que especula sobre fusiones de compañías e inventos. Lo buscare y lo subiré para abrir el debate. Nos vemos otro día. Animaos. Coged vuestro notepad en blanco y no tengáis miedo. Lo peor que puede ocurrir es que desvariéis un poquito, lo cual viene bien de vez en cuando...

Documental Código Linux en YouTube (5 partes):
http://es.youtube.com/watch?v=1RtWkywPJ5I
http://es.youtube.com/watch?v=_F5FiP9yCEc
http://es.youtube.com/watch?v=4iN-Q3c9_Zg
http://es.youtube.com/watch?v=NVMg3AMF8lc
http://es.youtube.com/watch?v=ACqOXd4rqpg

sábado, 22 de noviembre de 2008

La idea


Hola a todos. Pues si, se me ha ocurrido esta idea, es un poco tonta, pero a lo mejor sale algo interesante. El asunto consiste en que hay que escribir sin volver atrás. No se a vosotros, pero a mi me pasa pero cuando escribo un correo, un documento o lo que sea, vuelvo hacia atrás una y otra vez. Lo corrijo, lo arreglo, lo modifico, vuelo a la mitad y borro un buen trozo y al final queda un texto perfecto. Tremendamente argumentado, bien hilado, donde todo encaja, o al menos eso intento. La pena de todo esto es que se pierde la espontaneidad del flujo de pensamientos. Cuando piensas, igual que cuando hablas no hay botón de rewind. Puedes volver a pensar algo, pero no echar hacia atrás, y unos pensamientos llevan a otros, y estos a su vez a otros, hasta que de nuevo vuelves a enganchar con el pensamiento original... o no.

Pues bien, esa es mi propuesta con estas notas. Escribir siempre hacia delante, nunca hacia atrás. Se puede usar el backspace para uno o dos palabras máximo pero no se puede usar el cursor, uy, he estado a punto de hacerlo. Iba a decir que se pueden corregir las faltas de ortografía según se escriben eso si, porque escribir de forma fluida no quiere decir escribir mal. Y para leer, se aplica la misma regla. No vale leer a trozos, ni releer. Hay que leer estos textos siempre hacia delante y nunca volver hacia atrás. Estaba pensando como le voy a llamar a esto porque hay varias analogías. Por un lado hacer esto es como hablar. Es como te lanzas a hablar al público, o a hablar con alguien. Lo que has dicho, dicho esta. Lo puedes repetir, lo puedes corregir, pero nadie evita que lo dijeras la primera vez, y a nadie se le olvida. Y hay otra analogía que es aun más interesante y es con esas viejas máquinas de escribir. Antes se escribía letra a letra, chack, chack y no se volvía atrás. Como mucho se usaba el tipex para corregir unas pocas letras que se habían escrito mal, pero eso de cortar y pegar, nanay.

Bueno, creo que con todo eso han quedado claro cuales son las reglas de este juego. Se me ha ocurrido que a esto lo podemos llamar "Escribiendo a máquina: siempre hacia delante" así que como no puedo borrar esto que acabo de escribir, ya se va a quedar aquí. Eso no quita que otro día se me ocurra otra cosa, o a vosotros, lo contemos y cambiemos lo que haga falta. Pero lo que esta escrito aquí, aquí se queda. Y claro, ahora lo que falta es escribir cosas interesantes. Esforzarse porque la escritura hacia delante no sea un desvarío, ni un salto de un tema a otro, ni un conjunto de ideas desordenadas. Hay que ordenar la cabeza, pensar que se va a "decir" (escribir), tomar aire, y al estrado. Os recomiendo que lo probéis. Es una experiencia distinta a la que estamos acostumbrados cuando escribimos, al menos yo. Saludos para todos y todas los que leáis esta primera escritura hacia delante.
Pedro